3/1/12

LECCIONES DE VIDA


No soy una persona que me considere importante, ni necesaria, mas bien me considero un hombre honesto que siempre ha caminado contracorriente y ha sacrificado muchas cosas por ser fiel al concepto de vida que me pareció honesto y adecuado.
Nunca me ha  costado mucho ser leal a mis amigos. Ello me ha causado innumerables problemas y proporcionado innumerables satisfacciones.
La vida me ha regalado multitud de enseñanzas, pero solamente cuatro de ellas valen la pena y han marcado mi caminar por este mundo de Dios: Amor, Libertad, Fidelidad y Esperanza.
Cuando te vas haciendo mayor y comprendes que, aquellos sueños de niño nunca se realizaran, empiezas a aprender a saborear las cosas sencillas de la vida, una palabra, una mirada, un silencio, un beso, un roce.
Entonces el corazón se vacía de todos los proyectos nunca realizados y asumes que eres feliz. Una música, un libro, cada cosa empieza a asociarse a un recuerdo, a un momento. Todo empieza a tener sentido. La vida no era tan complicada, nosotros la hacemos complicada.
Te vas haciendo mayor y descubres que el manual de funcionamiento de la vida, que nos deberían de dar al nacer, lo has ido confeccionando a coscorrones y que cuando lo comprendes ya apenas sirve para nada.
Todos tus deseos empiezan a ser a corto plazo, casi inmediatos. No  queda tiempo para fiarle proyectos. Vas asomándote al precipicio del olvido y del fracaso, pero curiosamente ya no te importa.
Lo que queda por pasar ya no es cosa tuya, no depende de ti, sino de tus hijos, de otros futuros, de otras vidas. Te das cuenta que ya no controlas nada, que todo se gestiona por otras fuerzas, por otros medios y te vacías el alma de esperanzas y sufrimientos.
Vacía el alma de viejas vidas se llena de jóvenes ilusiones que duran poco, un paseo, un rato de sol, un pensamiento.
Te emocionan cosas incomprensibles, recuerdos de amigos, de amigos del alma y de la vida, de compañeros leales que siempre contaron con tu amistad, de jóvenes colegas de sentimientos frescos que te emocionan con sus palabras, sus revoluciones, sus ideas de grandeza y libertad.
Ideales que te reconducen a tu juventud. Puros y eternos ideales que van llenando su alma como llenaron la tuya y les sientes cercanos y les amas y deseas que sus sueños se cumplan.
Cuando atraviesas ese umbral donde la esperanza se convierte en eterna, donde tus recuerdos te invaden, donde el futuro ya no cuenta y todo empieza a ser pasado. Encontrar una vieja fotografía que te conmueve el alma y te reconcilia con los deseos de haber vivido.
Cuando traspasas el portón del “ cuando sea mayor “ y te adentras en el resbaladizo “ cuando yo era joven”, se ha trastocado tu vida y tienes que volver a aprender a vivir.
Los recuerdos son agradables pero puñeteros, te explican que ya no eres igual, que lo que antes hacías ahora lo sueñas. Cambias el mañana por el ayer.
Perteneces a los recuerdos, tu eres un recuerdo. Has ido dejando compañeros por el camino, amigos que han remontado el vuelo hacia otra reencarnación.
Por ello quiero ser útil, quiero ayudar, quiero vivir otra vida de recuerdos pero atados, aunque sea con un leve hilo, a la realidad que vivo cada día. Quiero que otros, basados en mi experiencia no tropiecen donde yo tantas veces tropecé, y no fracasen donde yo fracase.

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