El guión de este libro del cual somos autores los españoles, está muy claro, viene contado y documentado en el libro gordo de los escritores; la Constitución., que en su titulo preliminar, articulo 1º, apartado 2 dice : La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. Si bien la realidad es otra bien diferente.
Con nuestro voto, otorgamos a los políticos la facultad de representarnos y decidir por nosotros en aquellas materias transcendentales y criticas para el devenir democrático del país. Pero ¿hasta que punto este voto les da derecho a dejarnos suspendidos en el borde del abismo?, ¿que lineas pueden o no, traspasar invocando al pueblo?.
La relación político-pueblo, es muy similar a la que mantiene un escritor con los personajes de su novela; ¿son los personajes los que viven una vida tal y como la ha diseñado el autor?, o por el contrario ¿ es el autor el que vive según los criterios y el libre albedrío que van generando en su interior los personajes ?.
Es muy recurrente esos dichos que nos fustigan frecuentemente de " tenemos los políticos que nos merecemos" o "los políticos son el reflejo de un país ". Pues ¡no!, mire, no es verdad.
En esta opereta que actualmente vive España, los personajes han acabado usurpando la personalidad del propio autor, agrediéndole, insertándole y menospreciandole. Se han revelado contra aquel que en su día les dio vida en esta obra mediante su voto
El autor, pergeño para ellos una acción rocambolesca, no exenta de riesgos, con situaciones dificiles de resolver y una posibilidad de alcanzar la gloria y el éxito. Había que dar un giro a la obra y decidió darles vida; bien es cierto que lleno de dudas sobre su capacidad y con reparos gordos sobre su ideología política, pero nunca dudó de su honradez e integridad.
El autor pretendía tejer un juego de voces y ecos que venia oyendo de la boca de estos personajes durante mucho tiempo "Nadie en época de crisis puede subir los impuestos", "hay que bajar el IRPF", "No vamos a abaratar el despido", "No vamos a recortar ni en sanidad ni educación ni pensiones", " No habrá subida de la luz"," No habrá amnistía fiscal", y muchas otras. (recogidas en http://youtu.be/j3wI-9hJ-Zo .)
La decisión estaba tomada y el autor comenzó su novela con estos personajes; apenas llenas una paginas el autor se va percatando de que sus personajes son díscolos, mentirosos y prepotentes, estos empiezan a decidir por su cuenta y están a punto de convertirse en su verdugo.
Es necesario actuar a tiempo antes de que vivamos como nuestra la mentira de los personajes. Si el autor no acaba, literariamente, con estos individuos, inexorablemente estos acabaran con el.
Los personajes de esta novela que vivimos, ya no son los que muchos autores españoles habían ideado. Han hecho y deshecho por su cuenta, han modificado los acontecimientos de la narración a su antojo. Han mentido, despojado, robado, prevaricado. Han dado beneficios a los poderosos y se los han usurpado al pueblo. Han sido arrogantes y aprovechados, colocando a dedo a sus familiares. Han sido garantes de banqueros ladrones y de empresarios sin escrúpulos. Han relegado a los autores al paro la miseria y a un futuro infame.
Han convertido una obra digna, que hubiera sido casi perfecta con unos ligeros retoques, en el juego de las muñecas rusas, donde una contiene a otra mas pequeña y esta a su vez otra y así sucesivamente. Nos han convencido de que nuestro futuro estaba dentro de las muñecas, eso si cada vez mas pequeño y recortado y mientras nos afanamos en buscarle, ellos se enriquecen y nos jalean para que sigamos buscando.
Inevitablemente, al llegar a la mas pequeña de las muñecas, mientras nuestra esperanza se desvanece, nos daremos cuenta de que está vacía como nuestro futuro. Ahora ya es muy tarde.
