Existen pequeñas cosas en la vida que nos cambian la manera de comportarnos, insignificantes cosas que nos generan buen rollo, un bienestar especial, una ternura desconocida, una paz increíble, algo diferente a nuestro estado de animo normal.
Generalmente, empezamos a darnos cuenta de que estas pequeñas cosas nos generan felicidad, cuando nos vamos haciendo mayores y nos va invadiendo la desvergüenza de los años y valoramos mas los silencios que las palabras, las miradas a las caricias. Son esos instantes en los que sin saber por que, se te encoge el corazón y lloras, sin motivo, por el sencillo deseo de llorar. Son los momentos en que te miras interiormente y recuerdas esas rebanadas de pan que amorosamente tu madre regaba de aceite y coronaba con un pellizco de azúcar. Son los latigazos de la vida que te dan dolor feliz.
Estos sentimientos son los que te hacen saber si eres un ser afortunado.
Cuando sufres y parece que la vida se ensaña contigo y que tu dolor es el culmen del sufrimiento, si te enjuagas la ira y puedes contestar que SI a la pregunta de si la gente que te importa participa de tu dolor, eso es que eres una persona , que sufre, pero afortunada.
Cuando te sientes solo, pero estas seguro de que las personas que te importan están pensando en ti y que sufren con tu ausencia y que gozaran de nuevo el día que te vean, es que eres una persona afortunada.
Cuando te derrumbas y te sientes débil, sintiéndote que el mundo te aplasta, pero cuando estas acompañado de los tuyo transmites energía y fuerza, contagiandoles de optimismo, es que eres una persona afortunada.
Eres afortunado cuando tu corazón se ve incrementado en capacidad con quienes te quieren, eres afortunado cuando tus brazos pueden infinitamente mas porque adquieren el músculo de tus amigos, eres afortunado cuando alguien envidia tu ingenio y alegría, eres afortunado en fin, cuando alguien en tu circulo ha detectado en ti que eres una persona única e irrepetible.
Puedes estar necesitado de cosas materiales, sufriendo y cabreado, pero si puedes contestarte positivamente a estas preguntas, sin dudarlo , eres una persona afortunada.
La cuestión es estar convencido de que en la jerarquia de valores de tu vida , la amistad ocupa un lugar preferente.
Si esto ocurre en tu vida, no lo dudes, eres un ser afortunado.
