27/10/15

De las redes a las ondas

Lejos quedan los años del superheterodino, alrededor del cual se reunían las familias para escuchar los programas radiados de moda, aderezados con el clásico zumbido de fondo. Hoy en día la radio tiene un concepto mas amplio y los programas  se sigue a través de las redes sociales, se oyen en directo y en diferido, se enlatan y comparten.

De sintonía de entrada un solo de trompeta y desde la burgalesa calle de la Puebla, con cerveza y ¿fanta ? como elixir de avituallamiento. De las redes a las ondas. Saltando irreverentemente sobre la actualidad, con la naturalidad de quien se baja la bragueta, o de quien después de pedeerse acusa con osadía a quien tenga las manos rojas, con la cara mas dura que un diente, comparten las #cervezasradiadas los caraduras mas simpáticos que conozco.

Se pasan por el forro absolutamente todas las normas de la ética y la moral y te sacuden por menos de nada con su "apasta pulgares" como sofisticado artilugio de tortura y flagelo de pelmas y cargantes. 



Que estas cosas pasen en una ciudad con las hormonas perfectamente alineadas hacia el orden y el buen decir, rompe el tranquilo y tradicional modelo  de difusión de la palabra en las ondas.

Estos dos benditos locos que se divierten y nos divierten un ratito los martes, participan en un experimento sin saberlo, son los nuevos comunicadores. Si bien es cierto que para no volverse loco y disfrutar de ellos  hay que escucharlos con unas décimas de fiebre, una cerveza al dente y un ligero grado de astigmatismo.

¿Para que trazar un guión si sobra el ingenio?. Todo gira alrededor de un instante, de una ocurrencia de una idea no escrita. La locura es casi necesaria y participa de esta emisión como el humo de un cigarrillo.

Tienes cosas mejores que hacer y lo sabemos, pero no puedes dejar de ponerte cachondo y regalarte un ratito semanal de este experimento de buen humor y de magnificas ocurrencias.