30/6/15

Paseo por la historia

La tarde plomiza amenazaba tormenta y las primeras gotas trataban de disuadirme del paseo diseñado para esa tarde de domingo.

Era el mismo que tantas veces había realizado pero que nunca me cansaba de repetir. Burgos es una hermosa ciudad para patearla por todas sus calles, disfrutando de los nimbos de luz que envuelven las espadañas de las iglesias, casi todas coronadas por nidos de cigüeñas.

Atravesar el Arlanzón por cualquiera de sus puentes y disfrutar de sus frondosas riveras, embriagandote del olor de los chopos cuando la lluvia los impregna de humedad. Personalmente me encanta la pasarela que tapa la desembocadura de Vena, ofreciéndote el hermoso espectáculo de la portada de San Lesmes.

Giro a la izquierda para atravesar el arco de San Juan,  por donde siguen entrando los peregrinos a la ciudad y seguir caminando por la calle que les conduce por Avellanos y  Fernan Gonzalez hasta el albergue donde reposar de la dura jornada caminando


Desde este punto alcanzamos a ver una magnifica postal de la maravillosa catedral, disfrutando de la filigrana de sus cresterías y del entorno inimitable que forman las escaleras que dan acceso a las Llanas y a la puerta de la Pellejeria o puerta del Canalejo.

Seguimos camino dejando a nuestra izquierda la puerta de la Coroneria o puerta de los Apóstoles que desde el interior de la Catedral se comunica con la nave mediante la Escalera Dorada de Diego de Siloé. 

Detrás justamente el palacio de Castilfale se levanta en todo su esplendor . Hoy alberga el Archivo Municipal. Solemne edificación levantada a mediados del siglo XVI, responde a las características del renacimiento burgalés.

Una vez alcanzada la Iglesia de San Nicolás de Bari y extasiandome con uno de los retablos más impresionantes y monumentales del Arte del Renacimiento Castellano, realizado en el siglo XV en el taller de Simón y Francisco de Colonia.

Bajo por la escalera situada a mano izquierda para acceder a la Plaza de Santa María. Contemplar esta inmensa maravilla nunca me cansa. Sentarme en uno de sus banco o contemplar la portada magnifica desde  la antigua subida de Azogue, donde se situaba , antaño,  la  imprenta de Fadrique de Basilea ,considerada una de las primeras imprentas ubicadas en Burgos por esa época, se hicieron tres ediciones de Cárcel de Amor de Diego de San Pedro. También se realizó en esta imprenta la primera edición de La celestina de Fernando de Rojas en 1499. 

Desde aquí acceder  nuevamente a la orilla del rió atravesando la puerta de Santa María, acompañando al agua en su viaje hacia el Arlanza por el paseo de la audiencia .

Nos recibe el Paseo de la Isla, verde insaciable y maestro en colores que las lluvias han reforzado. Arte y silencio, trinos y rumores de fuentes cantarinas. Siempre fue una delicia pasear por este entorno y discurrir entre tejos y boj hasta el puente de Malatos, por donde los peregrinos abandonan la ciudad. 

El barrio de las Huelgas es una increíble estructura de pueblo castellano, que acompaña en armonía perfecta la maravilla arquitectónica del monasterio que Alfonso VIII y su esposa Leonor de Inglaterra mandaran erigir.

Deambular por este entorno es una maravilla, sentir los aromas de la leña quemandose en los hogares y disfrutar del tañido insinuante de las campanas que invitan al recogimiento. Sentir el murmullo del agua de la fuente del compas .

Todos los sentidos despiertan y se vuelven sensibles hasta la locura para no dejar ni un solo acontecimiento sin gozar. Es el momento de descansar frente a esta maravilla mientras el cuerpo agradece el frescor de una cerveza en cualquiera de las terrazas que se encuentran, mientras nos empapamos de historia y frescor.