16/10/11

15 O EN BURGOS

Es una tarde de otoño que verdea, aunque más bien parece una tarde de verano que languidece y se resiste a abandonarnos, el sol rojo de fuego, comienza a ocultarse detrás de las agujas de la catedral gótica, mientras la plaza se viste de los destellos de los últimos rayos de luz del astro, mientras los asistentes a la movilización se van aglutinando debajo de los arcos de la Casa Consistorial, donde los organizadores del acto DRYburgos y asamblea 15M, se afanan en dar los últimos toques al evento.
“Es hora de que nos unamos, es hora de que nos escuchen”, este lema suficientemente descriptivo adornaba la plaza junto a una pequeña mesa con la pancarta amarilla de DRYburgos donde algunos de sus miembros vilipendiados por alguna concejala impertinente, faltona y maleducada, se agigantaba con orgullo y dignidad recogiendo firmas  de los burgaleses.
Las primeras cifras de congregantes no parecían ser esperanzadoras, pero tras arrancar la cabecera miles de ingignados se fueron sumando y con sus canticos animaron la tarde de paseo por el Espolón  , de paseo cívico y reivindicativo:
-         “ El capitalismo, no es democracia
El ritmo lento de la marcha atraviesa la puerta de Santa María y el arco entero se estremece con el eco de los cantos como ya ocurriera con la huestes del Campeador, arrojado al destierro por un rey prepotente y mentiroso:
-         “Vuestra crisis no la pagamos “
Miles de personas irrumpen en la Plaza del Rey San Fernando y a los pies de la catedral se vuelven a escuchar los cantos festivos, las familias participan, los jóvenes, los mayores, todos somos indignados.
-          “ A ti a ti a ti también te roban “
La Paloma, Laín Calvo, San Juan, ya en pleno camino de Santiago, calles históricas y nostálgicas por la que este Burgos gris y austero ha visto pasar a peregrinos de todo el mundo, cansados de caminar y buscando albergue para reanudar su camino al día siguiente. Esta vía patrimonio de la humanidad ahora llena de indignados con la dictadura de los mercados.
Ya en la calle de Vitoria se ensancha la manifestación y puede divisarse la cantidad de gente que se ha sumado a la misma. Cuando llegaba a la plaza del Cid vuelvo mi cabeza y contemplo la calle como un rio maravilloso que se precipita hacia el cambio de esta sociedad, es en ese momento cuando me siento orgulloso de mi Burgos inmóvil, eterno y apático, siento que no estamos todos, pero si los suficientes, los que  queremos frenar los ataques contra los derechos sociales y propiciar la soberanía popular.
Una vuelta en la plaza de Mío Cid, sentada y vuelta a empezar hasta el lugar de partida.
El día había concluido, la noche empezaba a envolver la ciudad con su manto misterioso y las farolas reponían la esperanza. Mañana, cuando amanezca estaremos igual de jodidos por la política nefasta y los banqueros usureros, pero tendremos la esperanza de que la conexión de los indignados del mundo se esté realizando.
Para mi alegría y la de muchos, aunque para la tristeza editorial de otros, ni un solo incidente, todo en un ambiente festivo y alegre de personas que en su fuero interno se rebelan contra la injusticia de una sociedad que les margina y desprotege:
-         Si somos el futuro porque nos dan pol culo.

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