11/11/11

SUEÑO RECURRENTE


Había regresado al seno de mi madre, cuando todo era un maravilloso recipiente de liquido tibio y viscoso que me mantenía en una total ingravidez. Donde el ritmo de la vida venia determinado por el latir de su corazón, ese ruido acompasado que me producía tanta seguridad, que me despertaba y me adormecía.
Había luchado por salir a la luz del mundo, a la fría realidad y me dolía, recuerdo que lloré, no sé el motivo, pero sí un ambiente hostil y agresivo. Me dolía la vida, hasta que me pusieron encima de mi madre, de nuevo oía ese tic-tac maravilloso que me acompaño durante nueve meses.

Recuerdo su rostro sudoroso y contraído, pero surcado con una maravillosa sonrisa que la hacia aun más hermosa. Era mi madre, la había imaginado desde dentro, pero desde fuera era lo mas, fresca, morena y guapa. A pesar de aquel rictus de dolor. Acaso, ¿había sufrido ella también al parirme?, Mas tarde supe que si, ella mientras me daba su cálido y generoso pecho me lo decía algunas veces que la había hecho sufrir.
Nunca se borraron de mi mente, aquellas veladas de las comidas, amarrado a sus pezones como fuente inagotable del maná que daba la vida. Aquellas fuentes de energía que me dejaban satisfecho y harto, sumido en un sopor profundo del sueño de animal satisfecho.
Aun sienten mis mejillas su besos tiernos que me hacían sonreír, Ella me llenaba y yo con mis caricias y sonrisas, sentía que también la hacia feliz
.

Mas tarde sé que la hice sufrir, llevarse muy malos ratos. Nunca olvidare en mis nalgas aquellos zapatillazos de madre amantísima dispuesta a enderezar a su hijo.
Sé que nunca pude devolverte ni la mitad de lo que tu me diste, pero en mi pensamiento ocupas cada vez mas espacio. Jamás pensaba que, cuando ya casi soy un viejo, te echara tanto de menos.
Madre, donde estés, con un beso prendido en un recuerdo, quiero que sepas, que jamás olvidare este sueño recurrente que me deposita cada poco, en tu seno maternal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario