NO ES SENCILLO SER JOVEN EN ESPAÑA

En los tiempos que corren, no es sencillo vivir.
Vivir con la sensación de que este país no quiere saber nada de ti, que ni te necesita ni te protege. Vivir con la maleta en el alma, permanentemente preparada para volar a algún sitio donde tu preparación y tu trabajo, puedan ser valorados.
Es muy triste escuchar a la gente joven "este país no me ha dado nada, absolutamente nada, ni siquiera trabajo. Así que:" si me marcho de aquí, ¿para que voy a volver?".
Hemos tangado a nuestros jóvenes. Les prometimos un país donde sus conocimientos y su preparación universitaria era fundamental para mantener el crecimiento y el desarrollo.
Ellos cumplieron y se prepararon a conciencia. Sus currículum son excelentes, saben idiomas, complementaron sus títulos académicos con masters, trabajaron de becarios gratis. Su ilusión permanecia intacta porque querían ser competentes para participar de esa España que se les prometía.
En épocas de vacas gordas, nuestras estimulantes figuras intelectuales, no supieron trasladar el crecimiento de la España del ladrillo a la industria y la investigación. Al final paso lo que tenia que pasar; los ladrillos se resquebrajaron y la economía española se fue al garete.
Aflora la corrupción, de la cual no se libran ni unos ni otros. Todos sucumben a la España del pelotazo de "el que no se hace rico es porque es tonto".

ABANDONADOS COMO VIEJA BARCA

Instituciones como la monarquía, hasta ahora respetada, se ve salpicada directamente, jueces sentados en el banquillo, políticos trapicheando descaradamente, el gobierno escondido entre el "marrón que nos han dejado".
Mientras, nuestros jóvenes engrosando la lista de parados, varados en tierra como una vieja barca abandonada a su suerte. Jóvenes estupendos con mejores expedientes académicos que los ministros, se ven abocados a vivir en una España que les niega el trabajo, que les recorta prestaciones, que les amenaza con no poder tener estabilidad económica, casa o prestaciones de paro o jubilación.
Solamente ven salida en la política donde no existen recortes y donde todo son privilegios.
Sus jóvenes y generosos corazones se sienten frustrados y se sienten engañados, desplazados de una sociedad que se ha vuelto desconfiada.Poco a poco se van haciendo mayores sin haber podido demostrar profesionalmente lo que valen, se les escapa la vida en trabajos eventuales, dando unas clases o estudiando mas, por hacer algo.
Miran a la lejanía a la espera de que la tormenta que azota a Europa, amaine y se recupere. Sin duda lo hará antes que este país gobernado por prepotentes que piensan mas en sus patrimonios que en sus ciudadanos.
A poco que escampe se marcharan, demostraran su valía en otro país que les acogerá y se engrandecerá con su sabiduría , su preparación y sus ansias de luchar.
Luego, cuando tengan lo que aquí se les negó, les llamaremos a gritos para que vuelvan y no lo harán, y una generación entera de jóvenes españoles, estarán haciendo historia lejos de la tierra que les negó el pan y la sal.
Muchas personas como yo, rondando los 60, nos veremos abocados a la miseria porque no se cumplió la norma generacional del relevo. Pero yo me reiré de mi miseria y me alimentará la certeza de que todos los jóvenes que se fueron saldrán adelante en otros países. Que os sea propicio.