26/2/12

La Peña de Carazo

Llevaba tiempo que deseaba pasar una mañana por esta zona y era el momento adecuado para hacerlo. Día perfecto 15 grados, sol radiante y ganas de" triscar" por las laderas.
Decido comenzar la marcha desde el pueblo de Villanueva de Carazo, al que accedo desde la localidad de Hacinas por una desviación a mano derecha que conduce hacia Santo Domingo de Silos, en pocos Kmts. una indicación nos conduce hasta el pueblo de Villanueva de Carazo.
Aparcamos el coche y hacemos un rato de turismo por el pueblo, bien cuidado y casas serranas muy arregladas, oferta interesante de turismo rural.

Me parece un sitio ideal donde pasar un buen fin de semana o unas vacaciones, inmerso en la tranquilidad y en la belleza de este paisaje, donde disfrutar de este balcón maravilloso con vistas a la demanda.
Además de ofrecernos un entorno privilegiado, como son Salas de los Infantes, Santo Domingo de Silos y Covarrubias. Plagado de espacios naturales de ensueño.


Lo mas sorprendente es la maravillosa vista de la Sierra de la Demanda, que aun permanece ligeramente cubierta de nieve y se recorta en el horizonte ofreciendo un majestuoso aspecto. Es realmente un magnifico balcón donde la vista se pierde y los sueños se despiertan para sumergirnos en una dimensión de tranquilidad eterna.
No puedo evitar sentarme frente a la iglesia, flanqueada por el pequeño y coqueto cementerio y disfrutar del paisaje que desde este punto del pueblo se contempla. El panorama y el sol en la cara nos hace renacer el optimismo y nos invitan a quedarnos para siempre en ese lugar, pero nuestro objetivo es caminar y recorrer los parajes de la peña.
                                                                                



La Peña de Carazo es un sinclinal colgado, con una altitud cercana a los 1.500 metros, por sus bordes caminamos, sorteando los obstaculo, hasta localizar una vaguada apropiada para acceder a la peña.
A nuestro paso se retiran las ardillas por el bosque de quejigos y ladera arriba salen disparados unos cuantos corzos. Todo el camino lo hacemos bordeando la peña , accediendo por las inclinadas laderas y castigando nuestras piernas por la fuerte pendiente.

Algunos escasos neveros nos saludan en los sombrios y dificultan el camino, si bien es un aliciente mas para continuar descubriendo un sendero mas apropiado.
Gozamos de la altura y disfrutamos de las maravillosas vistas que esta nos permite.
Camino de Silos, accedemos a través de una carretera tranquila e intrincada que discurre por un estrecho cañón horadado por el rióMataviejas y cubierto por un hermoso bosque de sabinas.
No podemos abandonar la zona sin visitar La Yecla, la garganta estrecha que durante millones de años a producido la erosión del rió Mataviejas.

 La estrechez del pasadizo que evita que el sol penetre en el conserva aun los vestigios de los hielos en las paredes
Zona indescriptible, donde uno se puede pasar las horas contemplando con unos prismaticos las evoluciones de los buitres leonados y alguna que otra águila perdicera.
Hemos pasado una mañana extraordinaria, con el ansia de vover a disfrutar en nuestro rostro de la tirantez característica que en la piel deja el aire y el sol del campo y la montaña.

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