8/3/12

Muerte y vida de un libro( I La muerte )

Martes seis de Marzo de 2012. Como cada día una vez terminada mi jornada de trabajo, me coloco mi mochila y me voy andando a casa. Casi una hora de camino que me permite, cantar, pensar y meditar. Me enfrasco en mis cosas y me evado con sueños y fantasias durante el trayecto.

No obstante hoy ha sido diferente, me he encontrado un libro, si como suena, un libro tirado entre los matorrales, mojado, destartalado, con moho, sin lomo ni cubiertas, hecho una porquería.

No puedo ver un libro si echarle un vistazo y su titulo me fascino: Tesoro de conocimientos útiles, no pude evitar ojearle y si bien su estado era calamitoso, su contenido me pareció curioso e interesante. Su lamentable estado me conmovió; así que decidí adoptarlo, lo envolví como pude, le limpie la porquería  mas  gorda y me lo traje a casa. 

Todo el camino con el rebujo en la mano, la gente me miraba, supongo que pensando que había perdido algún tornillo por el camino.
Me había propuesto que recobrase su aspecto digno y elegante, si no con su traje original si con uno hecho a medida, que le sentase bien.

Una vez en casa , trate de quitarle la humedad como primer intento de recuperación de un enfermo que no ponía buena pinta.



Posteriormente y con sumo            cuidado, fui descosiendo los        cuadernillos uno por uno, tratando      de deteriorar lo menos posible los pliegues que ya estaban muy estropeados.

Despacio, sin ninguna prisa, introduciendo con mucha precaución las puntas de las tijeras hasta conseguir que todos los cuadernillos estuvieran liberados de la costura que los une.

Una vez separados los cuadernillos, procedo a limpiar la arenilla que tiene depositada entre las hojas y en los pliegues. Esto lo hago con una brocha suave de tal forma que no se dañen las hojas algo húmedas aun.

Algunas hojas están sin la pareja, o sea no hacen cuadernillo, la suerte que son de las primeras y las completaré con una hoja en blanco de papel reciclado que va a tener un tono muy similar al del libro.



Una vez efectuada la primera limpieza separo las hojas con un papel absorvente para que extraiga la humedad que aun queda, lo dejare así varias horas, durante las cuales abriré para comprobar que no se pegan las hojas. 

De momento no puedo hacer nada mas, esperar me consume pero no queda otro remedio.

La siguiente operación será una limpieza mas a fondo cuando esté totalmente seco.
A partir de recomponerlo nuevamente, procederemos a componer los cuadernillos, le coseremos en la tejedera y posteriormente le haremos unas tapas que le den prestancia, pero eso es una segunda parte que trataremos de contar en otra entrega.


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