Requiem por asFragas do Eume

Me hubiera gustado poner fotos de las Fragas do Eume, las pongo de rincones que subyugaron mi corazón en un momento.

Cuando se funden en cenizas cientos de años de naturaleza y el verde paisaje se disfraza de muerte, luto y desolación, solo entonces, los hombres deberemos de pensar que algo estamos haciendo muy mal.

Cuando las valoraciones de las desgracias medioambientales, solamente son económicas y no llegamos a percibir que lo que ha desaparecido tiene un valor incalculable, algo estamos haciendo muy mal.

 ¿Quien va a devolver los arboles quemados, quien va a restaurar las margenes de los ríos cantarines quien repondrá la naturaleza muerta, la vida animal, el verde del musgo y la belleza irrepetible que nunca mas esta generación podremos disfrutar ?.

Es urgente preguntarnos ¿por qué ?, que ha hecho posible que esto ocurriese y si se podría haber intervenido con mas prontitud. Es urgente preguntarnos que estamos haciendo mal, muy mal.

 Cualquiera que le guste disfrutar de la naturaleza sabe que este desastre es irreparable. Cuanta gente habrá gozado, llorado y sentido miles de vivencias entre sus espectaculares rincones, paraísos naturales donde la fantasía se hace realidad, donde los amores son mas sinceros y donde las penas se difuminan entre la ramas y las matas.

El fuego nos arrebato algo bello, el fuego que esta vez no fue purificador si no traidor y vengativo convirtió un alegre escenario de magia y armonía en una noche desgarradora, donde el silencio de la muerte sustituye al canto de los pajaros, al murmullo de las hojas mecidas por el viento y al murmullo de arroyo.

 Las cristalinas aguas arrastran, ahora , el luto de una naturaleza herida de muerte.

Reguemos las Fragas con nuestras lágrimas y logremos con ello que inundan una tierra quemada y baldía, para que broten esperanzas de regeneración y vida.

Gritemos desgarradamente al viento lo que ha ocurrido. Logremos que sea un grito desesperado que se oiga en todos los rincones del mundo.

Hoy todos los que creemos en la naturaleza y los que no, hoy somos mas pobres porque hemos perdido un tesoro, mas impotentes porque no hemos podido evitarlo, mas infelices porque no podremos gozar de un lugar privilegiado.

Los mas perjudicados de estos desastres, somos los hombres, aunque no lo creamos en esta naturaleza somos los mas débiles. Antes de que acabemos con la naturaleza, ella lo hará con nosotros.