3/8/12

ático fashión

Desde la dulce perspectiva del lugar estratégico, desde donde todo se domina, desde la paz que produce la sensación de libertad y de equilibrio, desde la atalaya del castillo, el punto mas alto, la dominante posición. Desde el punto que roza el cielo, desde ese punto ensancho mi corazón.

Desde este punto donde la sensación de poder nos invade, suenan mas profundas las palabras y se matizan las ideas, la espuma de la cerveza es mas densa y las conversaciones laten con  corazón propio. El tibio viento de la tarde se hace fresco y nuestra esperanza de permanecer se va disipando, pero el alma se resiste a abandonar el dulce remanso de palabras, de anécdotas y  vanalidades.

Se agotan los silencios y la tarde aporta matices de melancolía, entre aromas de labanda y romero de menta y hierbabuena. Son como aromas que emergen del sueño y la fantasía, pero son reales, reales y misteriosos, como el va y ven de la mecedora y el vigilante sueño del gato que deambula sabedor de ser un privilegiado, de ser el guardián de la fortaleza.

Mas allá, el sol rojizo de desploma dando por concluido un día, que nos promete otro nuevo. Mientras los últimos rayos del astro rey se difuminan, dibujando de rojo el cielo, entre promesa y promesa fluyen los deseos de cuidarnos, de volver a vernos, de seguir sintiendonos.

Es verano, languido pero verano,con un honda y larga mirada, describo desde el ático lo que fue y ya no es, lo que dibujo mi vida durante un buen número de años.

Placeres de eternidad, privilegio de sibarita, capricho de vanidad.; solo el despertar del sueño, nos bajara de la atalaya del poder, de la libertad, de la diversidad, de la inteligencia suprema. Solo la realidad mantendrá la esperanza de volver al infinito monte Parnaso, morada de los dioses y de los genios.

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