6/6/13

Burgos en silencio

Burgos y sus soledades, sus silencios y nostalgias, Burgos callado y recoleto donde las piedras gritan y solo es necesario un poquito de  silencio para escucharlas.
Caminar sus calles solitarias y reconocer en ella los ecos de nuestros propios pasos, pasos que recorren de memoria cada una de sus calles y callejas. Tus profundas arrugas me conmueven y el azul sin igual de tu cielo me reconforta.


Dejo vagar mi paseo y me pierdo entre tus piedras románicas, misteriosamente aun de pie. Museos que ocupan palacios de antaño, blasones que fueron de noble apellido escudo, hoy embellecen portadas de hoteles o bares de postín. Pasajes que fueron escenarios de nobles gestas y duelos de honor, se convierten en riberas de verde césped donde paseantes y enamorados disfrutan del momento.


Hay ciudades eternas y calladas que rezuman épicos relatos, ciudades  donde el olor a tahona te envuelve como aroma de manjar pobre y sencillo y el vino reconforta como amable elixir de vida y fuego, ciudades de barro y piedra talladas a golpe de historia y trabajo, ciudades serenas y que abrazan al caminante.


Reguero de peregrinos  que vuelven su cabeza a la postrera imagen de la ciudad amable y bella que ayer los acogió por el arco de San Juan y hoy los despide al cruzar por San Martín.
Burgos vetusta y cuajada de arrugas, de surcos y vientos, de miradas y silencios, burgos misteriosa y llena de abrazos que hace llegar al visitante cuando este atraviesa sus puertas, Santa María impresiona por su grandiosa majestad y por el incomparable espectáculo que al otro lado ofrece.
Protegiendo la portada los mas fieles caballeros , Diego Porcelos, el Cid Campeador , Fernan Gonzalez y el  emperador Carlos I. Los jueces de Castilla Lain Calvo y Nuño Rasura. Nunca una ciudad fue tan bien protegida.




Sus callejas estrechas son un beso que recibes cuando en ellas te adentras y contemplas que se ha parado el reloj  y que la vida solo son los instantes que se envuelven en rusticas sensaciones, instantes acompasados por la melancólica campana que llama a los fieles a desperezarse y acudir a los rezos.



Burgos plagado de estatuas y escudos, de panteones de reyes y de guerreros, de conventos y campanas, de hitos Cidianos y cantares de gestas. Historias de caballeros y de juramentos reales, de góticas agujas que apuntan al cielo directamente, sin artificios ni engaños. Montañas góticas que como filigrana de arte ofrecen al cielo lo mas notable de sus entrañas.


Hay ciudades hermosas, para mirarlas y disfrutarlas, pero sobre todo para  vivirlas en silencio, ciudades cálidas hasta cuando el calor humano aun no las envuelve en su loco y embarullado trajín.
Ciudades que en sus empedradas calles conserva el eco de la vida que entre las grietas de sus sillares compite con el musgo por lucirlas mas hermosas.
Burgos vivirla y amarla, sentirla y enamorarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario