26/12/12

LA TRANSICION

De pronto se apagó la luz, todo a mi alrededor se tornó oscuro y sombrío. Mi cuerpo pareció librarse de la gravedad y se volvía ligero como una pluma a cada instante.

Al fundo, muy lejano, un atisbo de luz me sirvió de brújula hacia la única posible salida. Aquel punto de claridad en la lejanía, parecía mi única oportunidad.

Tras mucho caminar, llegue al foco luminoso todo recobró una nueva dimensión, una inusitada claridad que instantáneamente me cegaba y que me reconforto al instante haciendome sentir un bienestar como nunca jamas había sentido.

El sol vivificador me hacia sentir un calor gratificante, entorne los ojos y me deje llevar por aquella enorme paz que me envolvía.

Transcurridos unos instantes, no puedo precisar el tiempo exacto, empecé a sentirme inquieto, como si el aire que respiraba se fuese tornando húmedo y viciado. Mi ropa se pegaba al cuerpo como si de pronto me hubieran envuelto en plástico.


Intente de mil y una manera liberarme de aquella maldita inmovilidad a la que me veía sometido. Todo era otra vez oscuridad, agobio y desazón.

Mi corazón latía a mil por hora

Trataba de ordenar mis pensamiento y de repente comprendi que mi transición de la vida a la muerte, había sido incompleta. Me habían enterrado vivo.

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