GALICIA

Cuando todos los habitantes que moraban en las tierras del Tajo y el Duero se sentían amenazados por Gerión, el gigante cruel y malvado, Hércules decidió enfrentarse a el en un largo y singular combate de tres días.

Hércules vence a Gerión y enterró su cabeza, sobre ella mandó construir una torre. En las proximidades fundó una ciudad. Como recuerdo de la primera mujer que la habitó y de la cual se enamoró, decidió llamarla Crunia.

Otra leyenda nos dice como el rey Breogan fundó la ciudad de Brigantia, junto a la que construyo una gran torre.

Sea como fuere, todo en A Coruña se reviste de un carácter alegre y un tono cantarín que subyuga a los que de fuera llegamos.

Siempre fue un placer viajar por Galicia, conocía las rías bajas y las altas. Ambas me causaron una maravillosa impresión, supongo que la propia de alguien de tierra adentro a quien el mar le causa un efecto mágico y misterioso.

Necesitaba conocer la denominada Costa da Morte, intentar conectar y conocer esos pueblos donde la belleza se mezcla a menudo con la incompetencia de nuestros gobernantes que permiten en sus costas los mayores desastres ecológicos. Necesitaba conocer y visitar sitios como Carballo, Bergantiños, Laxe, Camariñas, Muxia, Cee, Corcubión, Carnota y como no el confín de la tierra Fisterra.

Necesitaba sentir la magia de este 

mítico lugar, el punto mas occidental de Europa, durante mucho tiempo y ser uno de los privilegiados en poder comprobar como el sol muere en las aguas de Fisterra, mientras el resto de Europa ya se ve sumida en la oscuridad de la noche.

Volver con la piel impregnada de momentos mágicos y recónditos parajes como Cabo Vilan o Monte Pindo.

Deseo que el tiempo se detenga y me de un respiro, mas momentos como 

estos. Pero no es posible, el tiempo de vacación es corto y se agota, no quiero pensar en lo que me espera y aguardo en Fisterra el magnifico espectáculo de la caída del sol hasta enterrarse en unas aguas rojas y brillantes que hasta hace unos instantes eran plateadas.

Uno entre tanta grandeza, piensa en por que estos hombres valientes que surcan por estas aguas, creen en seres mágicos, mezcla de héroes y dioses.
Dejamos la belleza salvaje y natural de esta mitica costa en la cual, un sinnumero de naufragios y desastres han enlutado a las recias gentes de estas tierras. Dejamos esta costa con el amargo regusto de un pesimo e incontrolado urbanismo que ha desbaratado la arquitectura marinera de muchas de estos pueblos. De cualquier manera esta decepción nunca empañará los momentos mágicos que he vivido.