Vivir en este país es una pesadilla constante, cada día cada hora, cada minuto, uno se debate entre la rabia, la indignación y las ganas de hacer estallar todo en mil pedazos.
¿ Que hemos hecho los ciudadanos españoles para recibir este trato vejatorio por parte de nuestro gobierno?.
Solo trabajar. 40 años trabajando día tras día sin bajas, sin interrupciones, cotizando cada uno de los días, intentando ser ciudadanos honrados y educando a nuestros hijos para que lo sean. Esperando que un día, al final de la vida laboral, disfrutar de una pensión digna. Viendo a nuestros hijos felices y disfrutando de nuestros nietos.
Solo eso, solo hemos hecho eso, soñar con algo tan elemental como esperar la muerte en una mecedora con un libro en la mano.
Nací el año 1953, justo el año en que la coyuntura de España, cambió radicalmente en su política internacional. Las sanciones que la ONU había impuesto a nuestra nación en 1946 eran anuladas, y se firman los acuerdos por los que se autorizaba a los Estados Unidos a establecer bases militares en España. Estos acuerdos respaldaban a nivel mundial la política militarista y represiva que se ejercía en España . El aislamiento al régimen de Franco había terminado y Eisenhower lo calificó como “ centinela de occidente “.
Se firma un nuevo concordato con el Vaticano que garantizaba la influencia de la iglesia católica en la educación y la moralidad española, haciendo patente la dualidad iglesia-estado que tan “buenos” resultados, dio en la proyección de los sistemas educativos.
Pertenezco a la generación del “prietas las filas “, “yo tenia un camarada” “Viva España” y otros himnos similares que se cantaban en cualquier acto oficial, semi oficial o a la entrada del colegio.
Los
meses de Mayo “ con flores a María que madre nuestra es”, ejercicios
espirituales por cuaresma , comunión por pascua florida, camotón y tente tieso
y “ la letra con sangre entra “.
Estas
máximas que los educadores hacían suyas, se aplicaba a rajatabla, nadie osaba
poner en tela de juicio los métodos educativos. Si te ha pegado “ algo habrás
hecho”
Asistía a varios colegios, donde todo se hacia por “cojones” y
por Dios, España y su revolución Nacional Sindicalista, donde las clases
estaban presididas por el crucifijo, Francisco Franco y José Antonio Primo de
Rivera. Uno salvador de la Patria de caer en manos de las hordas Marxistas y el
otro fusilado por los rojos.
Regularmente, cada año, nos obligaban a ir a los ejercicios espirituales y comulgar por Pascua Florida. Conocíamos el evangelio, las fiestas nacionales y los mártires por España.
Regularmente, cada año, nos obligaban a ir a los ejercicios espirituales y comulgar por Pascua Florida. Conocíamos el evangelio, las fiestas nacionales y los mártires por España.
Nos sabíamos de memoria el catecismo,
los Reyes Godos y tantas poesías que ensalzaban el ardor guerrero y el
catolicismo a ultranza. “ A ti Capitán San Fernando te pedimos guía y luz,
protección para ganar la batalla final”
La España que me toco vivir era sin
duda una España que comenzaba a despegar, pero donde las oportunidades se
repartían entre los de siempre. Mucha gente que vivía a mi alrededor, se las
veía "canutas" para comer una vez al día y salían a recoger carbón que las
maquinas de tren dejaban en las vías a su paso. Lo llamaban la “rebusca” que
algún fogonero de buen corazón hacia que fuera mas fructífera
Para llegar lejos no existía mas que una máxima
“ boca pequeña, culo grande”, salvo que tu padre ocupase un cargo de
relevancia.
Todo en aquellos años estaba cubierto
por una patina de catolicismo e hipocresía, que hacia muy difícil distinguir a
las beatas de las putas, a los leales de los hijos de puta.
Iglesia y religión
iban tan profundamente unidas, que nadie
podía ser buen español sin ser buen católico, ni buen católico sin ser buen
español. Por supuesto ser buen español era ser franquista.
Conviví con dos catecismo, el del
padre Ripalda y el de Astete Vilariño,hasta que se implanto definitivamente el "Catecismo nacional texto único",
crecí con las rodillas permanentemente llenas de heridas, con el
tirabeque en la mano, rompiendo cuantas "jarrillas" se ponían en el camino y eso
si, misa todos los domingos.
Cumplí con la Patria haciendo el servicio militar "obligatorio por entonces" y durante varios meses de mi vida entregue mi tiempo y mi trabajo a España.
Comencé a trabajar y actualmente llevo cotizados mas de 13.600 días, según la ultima nota del Ministerio de Trabajo que me remite periódicamente.
Quiero pedirle responsabilidades por ampara a tanto "mangante", que desde la política esta enriqueciéndose con dinero que usted recorta y que debería destinarse a amparar a los mas desprotegidos, a los dependientes y marginados.
Quiero pedirle responsabilidades de lo que esta ocurriendo en este país porque aunque yo no le he votado, ni le votaré jamas, usted es presidente de todos los españoles y nos esta avergonzando.Nos está avergonzando, poniéndose de rodillas ante una alemana que se ha propuesto esclavizarnos y arruinarnos la vida. Nos avergüenza como dobla la frente ante la codicia de los bancos, ejerciendo de buey manso ante su insaciable codicia.
Quiero pedirle responsabilidades por quitarme la fe, en los políticos en las instituciones, en la legalidad y hasta en la justicia. Quiero pedirle responsabilidades por hacerme ver tan claramente, que este país al que he servido y quiero, no es país para gente honrada, para trabajadores o gente innovadora. Aquí solo podrán vivir ustedes los políticos con su momio permanente, ejerciendo el nepotismo y derecho de pernada. Reprimiendo las protestas y convirtiendo a los defensores del orden en su guardia pretoriana.
Solo me queda una esperanza: que cuando no quede un solo trabajador, la porquería de las calles las tendrán que recoger sus hijos, ellos quedaran para atender las miserias de los hospitales, labrar la tierra y poner en marcha un sistema como el que se están cargando.
Entonces, solo entonces, serán ellos, sus propios hijos los que se vuelvan contra ustedes y les llamen "chorizos" y les griten que no les representan.
Pues bien ahora yo como ciudadano de este país que usted preside, Sr. Rajoy, quiero pedirle responsabilidades.
Si, responsabilidades por "tangarme" con mi pensión que ya está cercana. Por retrasarme el acceso a ella y por negarme la cantidad que mi cotización merece.
Pedirle responsabilidades por educar a mis hijos e que fuesen honestos y solidarios, a que estudiasen, a ser responsables y buenas personas. Les vi ilusionado en la universidad para nada, para que ustedes en su pedestal inmaculado de intocables, mandasen a paseo toda esperanza de que pudiesen establecerse en este país que les enseñe a querer.
Quiero pedirle responsabilidades por convertir una sanidad a la que yo cotizo religiosamente, en un caramelo para las empresas privadas que curiosamente gestionan o cerca le andan amiguetes o parientes de miembros de su partido.
Quiero pedirle responsabilidades por suprimir de un manotazo una enseñanza publica en la que yo como tantas personas de mi generación cimentamos una educación a la que nunca podríamos haber accedido.Quiero pedirle responsabilidades por ampara a tanto "mangante", que desde la política esta enriqueciéndose con dinero que usted recorta y que debería destinarse a amparar a los mas desprotegidos, a los dependientes y marginados.
Quiero pedirle responsabilidades de lo que esta ocurriendo en este país porque aunque yo no le he votado, ni le votaré jamas, usted es presidente de todos los españoles y nos esta avergonzando.Nos está avergonzando, poniéndose de rodillas ante una alemana que se ha propuesto esclavizarnos y arruinarnos la vida. Nos avergüenza como dobla la frente ante la codicia de los bancos, ejerciendo de buey manso ante su insaciable codicia.
Quiero pedirle responsabilidades por quitarme la fe, en los políticos en las instituciones, en la legalidad y hasta en la justicia. Quiero pedirle responsabilidades por hacerme ver tan claramente, que este país al que he servido y quiero, no es país para gente honrada, para trabajadores o gente innovadora. Aquí solo podrán vivir ustedes los políticos con su momio permanente, ejerciendo el nepotismo y derecho de pernada. Reprimiendo las protestas y convirtiendo a los defensores del orden en su guardia pretoriana.
Solo me queda una esperanza: que cuando no quede un solo trabajador, la porquería de las calles las tendrán que recoger sus hijos, ellos quedaran para atender las miserias de los hospitales, labrar la tierra y poner en marcha un sistema como el que se están cargando.
Entonces, solo entonces, serán ellos, sus propios hijos los que se vuelvan contra ustedes y les llamen "chorizos" y les griten que no les representan.
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