26/5/12

Impotencia y rabia

La impotencia es un sentimiento tan brutal y tan espantoso, que a veces me da miedo. Se que una persona abatido por la impotencia es caldo de cultivo para cualquier reacción violenta y dolorosa.
La España que nos toca vivir es una España donde este sentimiento aflora en miles de personas, personas confiadas que se creyeron las mentiras del PP y que hartos de la inoperancia del PSOE, decidieron que era el momento de cambiar de gobierno. Personas confiadas que se tragaron lo de "son necesarios estos recortes", "entre todos saldremos de esta crisis" y otras sutilezas inventadas por los mendaces políticos que gobiernan hoy España.
Según los últimos datos de la EPA, es este país existen 5.639.500 parados, lo que supone un 24,44% de la población activa. El paro entre los menores de 25 años supera el 52%. Existen 1.500.000 hogares en los que no trabaja ninguno de sus miembros, 500.000 de estos hogares sin ningún ingreso.
No voy a caer en la trampa de empezar cuestionando la democracia en España, no se trata de eso. No voy a atacar esta democracia que a mi juicio es imperfecta si, pero democracia al fin y al cabo.
Por definición no puede existir democracia si esta no esta fundamentada en la participación del pueblo. Entendiendo que el pueblo no son solo los influyentes y poderosos, sino todos los ciudadanos, incluidas aquellas capas de la sociedad mas desfavorecidas.
La democracia debe de permitir que puedan convivir ricos y pobres, listos y tontos. Todos bajo un sistema que consagra a las personas por igual independientemente de sus posibilidades económicas.
Hasta aquí la teoría, en la practica es mas complejo, ya que las clases mas beneficiadas, no se resignan a gobiernos que mermen sus ganancias para ayudar a los mas débiles, al contrario practican aquello de que yo mando yo gano.
Utilizan un régimen de libertades para enriquecerse, ayudar a los amigos y colocar a los familiares. Nunca se trinco tanto en este país como en la etapa democrática.
Justo en ese momento, dejan de escuchar al pueblo y se convierten en prepotentes y déspotas que se dedican al " contentaros con votar, yo mando yo decido". Nuestra democracia es ahora una oligarquía, donde los poderosos, los banqueros y los capitalistas se han revestido del valor de los votos para hacer lo que les da la gana.
El país sufre, precisando mas, gran parte del país sufre; los recorte van afectando a todos menos a los políticos. Esta clase privilegiada que ve pasar la crisis a la sombra y con un mojito fresco, no muy lejos de su coche oficial, por si hay que salir zumbando.
Ultimamente se viene observando, como los políticos, que deberían de ser por su conducta los auténticos abanderados de la democracia, aprovechan su condición para repartir entre sus allegados, puestos de trabajo de alta remuneración, mientras los parados crecen a miles cada mes.
Estas conductas, unidas a las mentiras con la que sistematicamente tratan de engatusar a los débiles mentales, les pone en el punto de mira de un pueblo que se siente burlado, humillado y ofendido por unos seres, casi despreciables, que se sirven del momentáneo poder otorgado por el pueblo para engordar sus cuentas corrientes.
No hay confianza, esto está roto, nos mean y encima tenemos que decir que llueve. Se encarcela a gente que protesta por esta situación y los  causantes de esta catástrofe, se ríen del pueblo pavoneandose de dar donativos a la virgen cuando les absuelven y llevan sus millones a paraísos fiscales.
Este país esta podrido, en todos sus estamentos, menos en el de abajo, el de la gente que estoicamente soporta sus burlas y abusos. Este pueblo español, callado y austero que no conoce mas que dos posiciones y siempre extremas, pasa del barro del invierno al polvo del verano.
Recemos para que no tenga el pueblo que explotar, que como lo haga ya no se podrá retorna y alguna risa se convertirá en mueca de dolor.


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