SER JOVEN Y NO SER CRITICO=NO SER JOVEN

Ser crítico es un derecho, ser joven y no serlo es completamente incomprensible.

La crítica no es solamente un derecho, sino una actividad mental que enriquece tanto al crítico como al criticado.

Pues bien, si lo anterior no se entiende, menos aún se entiende que quienes se dedican a la representación de los ciudadanos y ejercen el poder por mandato de los votos, no quieran, no sepan o sean incapaces de soportar la crítica.

Señores, prepotentes con trajes caros, coches oficiales y sueldos de “cojón de pato” que se atreven a demonizar a quienes les recuerdan permanentemente que se están meando fuera del tiesto.

Soraya, Rosa, Arturo, todos encuentran motivos para demonizar a quienes les hacían pasillo para abuchearles, que alguno se pasó, sí. Que eso está mal, también, pero señores diputados, sepan que ustedes dan más miedo cuando se reúnen en esos conclaves que todos pagamos para redactar leyes que siempre se ceban en los mismos, eso si sus sueldos millonarios siguen engordando cada día.

Comprendemos sus miedos a enfrentarse con las personas a las que día tras día han defraudado, son cobardes por naturaleza, tal vez por ello necesiten tanto sequito y tanta protección policial para el simple acto de inaugurar una plaza.

Pero no han dado motivos para tenerles miedo, ustedes tan educados, se han escudado en las elecciones para ser suaves y hacerse los simpáticos, ahora ya no hay elecciones y se empiezan a postular. Que no nos toque, ya se ha acabado el turno de besitos a los niños, de sonrisas profiden, de hacerse los “guais” Ahora toca pelotazo y tentetieso.

Ahora toca enfrentar a estas personas con las que tenemos la suerte de tener un trabajo, haciéndolas creer que somos unos privilegiados y que no queremos renunciar a ellos y por eso ellos están sin trabajo.

No señores, no queremos perder nada de lo logrado con sangre, sudor y lágrimas. Queremos trabajo para todos, la falta de trabajo en este país es culpa de ustedes, los del traje caro, los que viven como dioses, de su nefasta gestión y de su falta de sensibilidad.

Vallan se todos, abandonen este país, llévense todo lo que puedan pero, por favor , no vuelvan, déjennos salir solos sin ustedes de esta crisis.