Mariano Macias Pajas, ES un político moderno, de la nueva hornada. Su única preocupación fue llegar a la cima más alta del partido, ser presidente nacional.
Su sonrisa, mas falsa que un duro de madera, pero cándida y extremadamente profiden, siempre le había abierto todas las puertas. Además como era un político de boca pequeña y culo dilatado, le había sido muy fácil ascender en el escalafón intrincado del partido.
Jamás cuestionaba nada, para el triunfar era solamente algo inevitable.
Un día le ofrecieron presentarse a la candidatura para presidente del gobierno, su emoción fue inenarrable. Por supuesto que aceptaba.
Comenzó la campaña electoral y descubrió un mundo que desconocía por completo, barrios marginales, parados de larga duración, jóvenes sin empleo, pensiones de miseria. Estos hechos le preocuparon pero más por lo antiestético que resultaban que por otros motivos.
Las encuestas no funcionaban como esperaban, y sus asesores le aconsejaban que se moviera mas entre la gente, que se mezclase con ellos y les saludase, que les regalara su simpatía y su sonrisa.
A su pesar, accedió a esta nueva estrategia y se planteó, ser uno más del pueblo.
Abrazo, dio manos e incluso beso a un niño al cual le descolgaban los mocos, que se quedaron pegados en su mejilla, aquello fue demasiado, pero el colmo fue aquel anciano andrajoso, que le abrazo, la cara recocida, reseca, ennegrecida y surcada por mil arrugas. La barba canosa de varias semanas y sobre todo, aquel olor a meados, Dios aquello era demasiado, que cojones pintaba el entre esa pandilla de andrajosos.
En casa se baño, hasta la extenuación , se froto hasta hacerse sangrar, pero aquel olor del viejo, eso no había forma de quitárselo de encima. ¿Qué va a ser de mi?.
A pesar de todo siguió apareciendo en TV, diciendo a los trabajadores, a los pobres , a los jóvenes sin casa y sin trabajo, que el era su candidato.
Oye secretario ¿ que coño es eso del 15 M .?
No hay comentarios:
Publicar un comentario