12/4/15

Manual del perfecto gilipollas

Por razones obvias he cambiado los nombres de personas y lugares

          Hace unos días me encontré en el buzón, algo que cada vez es menos habitual: una carta . Una carta que no era del banco, ni de ningún organismo oficial ni una carta publicitaria. Era una carta con la dirección a mano.

          Tras leerla detenidamente pude comprobar que se trataba de una invitación a una quedada de esas que se suelen hacer cuando se cumplen los suficientes años como para celebrar que dejaste un cuartel, un trabajo o un instituto.Era efectivamente para reunirse la promoción que hace ya 40 años dejo el instituto.La deje en el montón de papeles  pendientes (pendientes de llevar a reciclar) y me olvide completamente del asunto.

          Pasada una semana y ante las nevadas que nos regalo la naturaleza esos días, decidí aplazar una salida a la montaña que tenia prevista y como no tenia nada mejor que hacer decidí asistir al chorra-evento al que me habían invitado.


El perfecto gilipollas, no arraiga en la tierra, pero tiene buenas rocas que le sustentan

          Sabia de antemano que esas reuniones son un puñetero nido de presumidos y frustrados que acuden a ellos para pasar por el morro a los demás sus logros en la vida y bien es cierto que de aquella promoción salieron personajes que en la ciudad y en la comunidad ,habían ocupado cargos relevantes, pero también es un buen sitio para pasar una tarde de invierno tomando unas copas.

          La nieve se había adueñado de la ciudad y decidí que dado que no estaba lejos, apenas media hora, iría andando. Me calce unas botas de montaña y una parka para atacar el camino que resulto una bendición a pesar del frió.Sabia que no era la indumentaria adecuada para el evento, pero la verdad es que a mis años me he vuelto mas contestatario y mas irreverente.

          Al llegar al instituto pude comprobar que efectivamente era el único con vaquero y botas anti-nevadas, pero también es cierto que era el único con los pies calientes, es lo que tiene el zapato fino.

          La velada fue un coñazo monumental, lo típico, bienvenida, presentación de alumnos, concierto petardo de un antiguo alumno y vino español.

          Por allí pululaba Jaime, ahora alto cargo político, luciendo unas gruesas gafas y un "cartón" importante que le hacia peinarse como una ensaimada. Nada que ver con aquel pelo negro, reluciente y lamido de tanta brillantina que le ponían, hasta el extremo que cuando los chopos del parque soltaban la pelusa, su cabeza se convertía en el principal objetivo, llegando a parecer un canoso cardado de lo que llevaban por entonces las señoras.

          No podía faltar Andres el "mierdillas" al que nadie pegaba de pena que daba. Ni chistarle que este ha sido lo máximo en la ciudad y anduvo en la política nacional.Ahora mismo colocado por sus padrinos en una multinacional, tocándose los huevos por un suculento salario.

          En fin la variada fauna de mentecatos, tripudos y atropellados por los años, que a pesar de tener muchos duros se les veía hechos una ruina.

          Estuve observándoles largamente y fue el rato mas divertido de la velada. Llegue a la conclusión de que tenia material suficiente para escribir el manual del perfecto gilipollas. Después de un par de horas ensimismado en la contemplación de esta fauna sentía una congoja interna que me hacia sentir mal. Era el momento de apurar el gin-tonic y salir a pelearme con el frió.

          Uno esta viejo, pero no tanto. Ando todos los días una hora, cada rato libre trabajo en mi huerto, tomo unas cañitas con mis amigos, paseo cada día con mi esposa y disfruto con mis hijos.La vida me reparte bofetadas como a todo hijo vecino pero procuro que mi llanto no se oiga.

          No pude evitar pararme delante de un escaparate y mirarme de arriba abajo, instintivamente pulse mentalmente el ME GUSTA.

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