28/1/14

Misterio en el Lago.

El pueblo gozaba de una tranquilidad envidiable, todos sus habitantes se relacionaban con absoluta normalidad, haciendo de ese pueblo un referente de envidia en los alrededores.
Todos los años, a la entrada de la primavera el pueblo al completo se reunía en las praderas que rodeaban la laguna o "charca" , donde se celebraba la romería; las viandas típicas competían por ser las mejores y causar admiración, baile, fuegos artificiales y abundante bebida.
Marga, era el primer año que celebraba aquella fiesta. Había llegado al pueblo por Navidades y se había granjeado, inmediatamente, la simpatía de todos.Su absoluta y desinteresada dedicación a los problemas del pueblo, así como su conocimiento de pomadas, tisanas y ungüentos, la habían convertido en una amistad deseada.

 Cada mañana, con las primeras luces del día, salia al monte a recoger plantas y semillas que posteriormente seleccionaba en su pequeño laboratorio, donde les extraía sus jugos, aromas o propiedades curativas.
Con ellos confeccionaba jabones que eliminaban las infecciones cutáneas, aromas que potenciaban los encantos y jarabes que curaban enfermedades comunes.
Su absoluta dedicación a sus productos y a las gentes que los utilizaban, hicieron de ella una persona totalmente imprescindible en la comunidad.
Como cada año, la fiesta se animó hasta muy avanzada la noche, donde los lugareños esparcidos por las verdes riveras de la charca, se adormecían entre los vapores del alcohol ingerido y entre los brazos de sus parejas, esperando el gran espectáculo de los fuegos artificiales.
Las cosas parecían transcurrir normalmente, cuando de repente, un espectacular remolino de agua se encaramó hacia el cielo como una gigantesca columna de agua. El pánico actuó entre el gentío de diferente manera, dispersándolos  mientras  intentaba buscar cobijo.
El asombroso espectáculo, apenas duró unos minutos, pero su recuerdo perduraría en el pueblo por mucho tiempo.

En los días posteriores, todas las conversaciones giraban en torno al suceso. La gente empezaba a dar rienda suelta a su imaginación, hasta el punto de que casi por unanimidad habían identificado en el remolino la figura amenazante de un espectro vengativo y destructor.
Transcurrieron los días y parecía como si la comarca hubiera caído en desgracia, enfermedades, plagas, malas cosechas, asolaron la zona, convirtiéndola en un lugar triste y empobrecido.
Los hábitos de vida de los ciudadanos habían cambiado. Se habían convertido en personas desconfiadas, urañas y fácilmente irritables, las amistades no existían y el egoísmo personal primaba por encima de todo.
Solamente una persona seguía con su entrega y dedicación a ayudar a los demás, Marga. Esta seguía curando las enfermedades y tratando las dolencias de los habitantes del pueblo con el mismo amor y desinterés que el primer día.
Este hecho, en vez de calmar la ira de los vecinos, la acrecentaba. " Esta es medio bruja y todos los males del pueblo se remontan a cuando ella vino".
Estas palabras empezaron a calar en los corazones de la desalmada gente, de tal manera, que empezaron a ve a Marga como una bruja peligrosa, causante de todos los males de su , antaño, prospero pueblo.
No tardo mucho en congregarse una gran muchedumbre a la puerta de su casa y entre voces y empujones consiguieron  atarla y conducirla hasta la charca, donde trataron de asustarla para que se fuera, pero los ánimos se fueron caldeando y acabo con el cuerpo de Maga en el lago, donde se fue hundiendo hasta desaparecer en las aguas oscuras y tranquilas.
Como si la muerte de Marga hubiera envenenado las conciencias de los ciudadanos, estos empezaron a no hablarse incluso a agredirse entre ellos.

 A partir de ese día, y cada jueves de cada semana, los habitantes del pueblo juran que una multitud de mujeres, todas igual que Marga, acampan en la ribera de la laguna esperando la noche. En un momento determinado se cogen de las manos formando un inmenso corro que rodea la laguna y comienzan a girar, llamando a gritos a Marga.
Justamente en el cambio de día, comienzan un extraño ritual en el cual, todas comienzan un frenético baile, que todos los ciudadanos siguen desde lejos, pues su temor es muy grande.
Nunca nadie mas se acercó a la charca ya que cada vez que alguien lo hacia, una gran columna de agua se proyectaba  hasta el cielo formando una gran boca que engulle al osado, haciéndolo desaparecer en la charca, mientras en el agua se dibuja el rostro sereno de Marga.
Hoy es el día que en la laguna de las brujas, como la llaman, se siguen oyendo gritos y cantos. Nadie osa acercarse a sus orillas, el miedo y la sensación de culpa les impide hacerlo.

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