3/10/13

Cronicas paletas (el termometro de la Caixa)


Siempre funcionó perfectamente mientras fue de la caja de Ahorros Municipal. 
Muchos burgaleses salíamos a la calle, debidamente equipados, después de asomarnos por la ventana y  ver la temperatura que había en el exterior, durante muchos años fue así. Raro era que paseando no quedase a tu vista los inmensos dígitos del termómetro- reloj que acompañaba el silencio de la noche burgalesa y el jolgorio del despertar. 
La vida transcurría flácidamente y dirigía nuestras decisiones en cuanto a la ropa se trataba.Presidia las hora de las quedadas de novios y amigos. Decidía cuando ponernos la chaqueta o el abrigo.Acompasaba el día a día de los burgaleses.

 

Por culpa de la crisis bancaria, los grandes bancos fueron tragándose a los pequeños y a las cajas de ahorro. Los burgaleses teníamos nuestros ahorros en la Caja Municipal y un buen amanecer lo teníamos en la Banca Cívica, no habían terminado de cambiar los rótulos y ya era la Caixa quien gestionaba nuestros ahorros.
Claro esta que nos temíamos que los dineros de burgos no se quedarian en Burgos y que emigrarian según los antojos de los nuevos banqueros.
Pero coño, el termómetro ni tocarlo. Pues bien lo han "escacharrado". La Caixa se ha cargado el termómetro, ya es un vulgar reloj gigante que no sirve. No, no sirve. Reloj llevamos todos, pero termómetro no.
Esto que puede parecer una nimiedad, es un signo de los tiempos. La insaciable banca, desnaturalizada y sin corazón que se carga los símbolos locales, pero, eso si, gratifica generosamente a sus directivos y a determinadas personalidades incluidas infantas que se lo llevan crudo.


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