Tierras magicas

Al norte de la provincia de Burgos, existen una tierras mágicas, donde perderse no es ningún drama, mas bien una gloria. Perderse entre lugares de simas, cañones, sumideros, cuevas, lagunas y cavidades. Perderse en pequeños pueblos con maravillosas iglesias gótica, que han sabido mantener intacta su rica y elegante arquitectura popular, lavaderos, puentes, fuentes y molinos.

Perderse en una naturaleza privilegiada, donde densos bosques de hayas, robles y pinos, nos van acompañando y alternan su frondosa sombra con amplios y verdes pastizales.

Entre todos estos maravillosos lugares, debemos de disponer de un buen numero de horas para disfrutar del Espacio Natural de Ojo Guareña. 
Uno se ha adentrado en los milagros de este complejo Kárstico y ha empapado su ignorancia con numerosos libros sobre los mas de 100 Km. de galerías distribuidas en seis niveles. Este hecho se asume como un milagro de la naturaleza a la que solo unos pocos privilegiados pueden asistir y presenciar.

No obstante mataremos el gusanillo, visitando los escasos metros de cueva que se pueden visitar y gozar de la singularidad de la ermita rupestre de San Tirso y San Bernabé del siglo XIII y sus curiosas y didácticas pinturas murales.
Estremecernos de encanto descubriendo la pila del agua milagrosa que ayuda a curar enfermedades de la vista, leyendas remotas de brujas y seres sobrenaturales, apariciones de santos y encinas sagradas donde se reunían los ediles. Encina que fue talada por considerarse culto pagano.

No da mas de si el día, hay que recoger las ansias y retornar a casa. Es el momento de cerrar los ojos y guardar los maravillosos flases que se han quedado guardados en nuestro interior.