16/6/12

BUSCANDO LAS FUENTES


Es un día expendido. El sol en lo alto hace que el fresco de la mañana sea mas llevadero y que nuestro animo se venga arriba con la esperanza de pasar un día de total relajo.

Me he decidido por una ruta dura, pero que no entrañe dificultad. El objetivo es desconectar de la prima de riesgo, del rescate y de la mala leche que me generan los comportamientos prepotentes de nuestros dirigentes.

Volver a la naturaleza, donde el silencio y tu instinto es suficiente para disfrutar de lo sencillo, de lo autentico
 
Es una ruta ya realizada, pero para mi tiene cierto encanto, mas después de contemplar hace poco el inmenso espectáculo del rió Duero en las Arribes. Es hora de volver a las fuentes del Duero y la Muela de Urbión.

El desplazamiento desde Burgos a Duruelo de la Sierra, por las zonas de pinares nos va alegrando la mañana, pero el corazón esta deseando poner pie en tierra y comenzar la marcha.

Desde Duruelo comenzamos la marcha, por una pista asfaltada, que tras unos 7 km nos adentra en un inmenso pinar hasta la Fuente del Berro, junto al refugio forestal. Estamos a 1.600 metros de altitud.


Descanso y trago de agua, para seguir durante unos 3 km. mas hasta el Bunker a 1.700 metros de altitud. Este monumento al cemento, sucio y desvencijado, es una agresión total al maravillosos paraje que nos rodea. 

Sumidos en el silencio al que la naturaleza nos invita, nos vamos guiando por el plano del Servicio Geográfico del Ejercito,seguimos nuestra excursión  para ascender al Camperon y contemplar desde sus 2.093 metros las lagunas de Urbión a nuestros pies. 
El sendero ascendente  nos conduce a Peñas Claras a 2.160 metros de altitud. Contemplamos este conglomerado de rocas y sus caprichosas formas mientras tomamos un respiro. La espectacular vista desde la cima sobrecoge por el monumental precipicio que se desmaya hasta las lagunas.


Tras un almuerzo bien merecido en las fuentes del rió Duero, comenzamos el ascenso a la muela . Una cima despejada y facial que nos hace recurrir a manos y pies en una corta trepada.

Estamos a 2.229 metros de altitud y la vista que se contempla es una panorámica increíble. El día es totalmente claro y nos decidimos por prolongar el descanso en la cima.

El objetivo esta conseguido, volver será doloroso pero necesario. Nuestro espíritu sonríe, aunque nuestros pies no tanto, ha sido largo y con excesivo calor en las horas centrales del día, justo en el momento que abandonamos el refugio de la sombra de los pinos.




Es hora de retornar a la cruda realidad.De volver a las malas noticias y a las mentira que se han establecido como norma de gobierno en esta, tan cascada España, pero a la vez bella y surtidora de paraisos encantadores como el que hoy he podido disfrutar.

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