30/5/12

Mi primer libro


Me acordaba, no se por que motivo, del primer libro que compre, La Isla Misteriosa de Julio Verne.
La primera vez que vi el libro fue en las estanterías de una tienda del Hondillo, que se denominaba "Cervantes", donde se cambiaban y vendían novelas de Marcial Lafuente Estefania o Silver Kane, TBO, Pumby, El jabato, Azañas Bélicas, Capitán Trueno, El coyote, Roberto Alcázar y Pedrin ,en fin cientos de títulos de los cuales goce tanto como pude.
Pero el estaba allí, mitad comic mitad libro. Combinaba largos párrafos con algunas viñetas en blanco y negro. Su portada, su presencia y su hermosura me sedujeron inmediatamente. Joyas de la literatura juvenil 15 pesetas, 300 ilustraciones a todo color. Aquello me duró mucho tiempo en la cabeza, pero 15 pesetas era un dineral para mi.

Me era imposible sacarlo de la cabeza, intentaba arañar parte de la propina, aquella moneda de 2,50 pesetas que me daban cada fin de semana, pero la cosa era lenta y sacrificada. Cuando mas convencido estaba de mandarlo todo a paseo, mas me ratificaba en seguir para lograr reunir las 15 pesetas.
Cada día, al salir de clase me asomaba a la vitrina de Cervantes para comprobar que estaba allí, que seguía en su sitio. Tras la comprobación, me marchaba contento a casa a contar por enésima vez el caudal de mi tesoro.
Por fin un día logre reunir el dinero suficiente para comprar la isla misteriosa. Corrí a por el como un poseso, si parar de correr. Cuando  lo tuve en mis manos, sentí, que el mundo, mi vida, había adquirido una nueva dimensión.
Nunca jamas me olvide de Ciro Smith, de su habilidad y su inteligencia, de su capacidad para organizar una sociedad justa y sostenible. El día no disponía de horas suficientes para engancharme al libro y devorarle con frenesí, llego un momento en que algunos diálogos me sabia de memoria.
Disfrute con aquel libro y estoy seguro que me abrió una puerta a mundos y lugares que tal vez nunca conocería a no ser a través de los libros




perfecta.
El relato me engancho, me arrastro, me sedujo de tal manera que era imposible dejar de leer. Las aventuras de la iala de Lincoln pasaron a formar parte de mi vida

26/5/12

Impotencia y rabia

La impotencia es un sentimiento tan brutal y tan espantoso, que a veces me da miedo. Se que una persona abatido por la impotencia es caldo de cultivo para cualquier reacción violenta y dolorosa.
La España que nos toca vivir es una España donde este sentimiento aflora en miles de personas, personas confiadas que se creyeron las mentiras del PP y que hartos de la inoperancia del PSOE, decidieron que era el momento de cambiar de gobierno. Personas confiadas que se tragaron lo de "son necesarios estos recortes", "entre todos saldremos de esta crisis" y otras sutilezas inventadas por los mendaces políticos que gobiernan hoy España.
Según los últimos datos de la EPA, es este país existen 5.639.500 parados, lo que supone un 24,44% de la población activa. El paro entre los menores de 25 años supera el 52%. Existen 1.500.000 hogares en los que no trabaja ninguno de sus miembros, 500.000 de estos hogares sin ningún ingreso.
No voy a caer en la trampa de empezar cuestionando la democracia en España, no se trata de eso. No voy a atacar esta democracia que a mi juicio es imperfecta si, pero democracia al fin y al cabo.
Por definición no puede existir democracia si esta no esta fundamentada en la participación del pueblo. Entendiendo que el pueblo no son solo los influyentes y poderosos, sino todos los ciudadanos, incluidas aquellas capas de la sociedad mas desfavorecidas.
La democracia debe de permitir que puedan convivir ricos y pobres, listos y tontos. Todos bajo un sistema que consagra a las personas por igual independientemente de sus posibilidades económicas.
Hasta aquí la teoría, en la practica es mas complejo, ya que las clases mas beneficiadas, no se resignan a gobiernos que mermen sus ganancias para ayudar a los mas débiles, al contrario practican aquello de que yo mando yo gano.
Utilizan un régimen de libertades para enriquecerse, ayudar a los amigos y colocar a los familiares. Nunca se trinco tanto en este país como en la etapa democrática.
Justo en ese momento, dejan de escuchar al pueblo y se convierten en prepotentes y déspotas que se dedican al " contentaros con votar, yo mando yo decido". Nuestra democracia es ahora una oligarquía, donde los poderosos, los banqueros y los capitalistas se han revestido del valor de los votos para hacer lo que les da la gana.
El país sufre, precisando mas, gran parte del país sufre; los recorte van afectando a todos menos a los políticos. Esta clase privilegiada que ve pasar la crisis a la sombra y con un mojito fresco, no muy lejos de su coche oficial, por si hay que salir zumbando.
Ultimamente se viene observando, como los políticos, que deberían de ser por su conducta los auténticos abanderados de la democracia, aprovechan su condición para repartir entre sus allegados, puestos de trabajo de alta remuneración, mientras los parados crecen a miles cada mes.
Estas conductas, unidas a las mentiras con la que sistematicamente tratan de engatusar a los débiles mentales, les pone en el punto de mira de un pueblo que se siente burlado, humillado y ofendido por unos seres, casi despreciables, que se sirven del momentáneo poder otorgado por el pueblo para engordar sus cuentas corrientes.
No hay confianza, esto está roto, nos mean y encima tenemos que decir que llueve. Se encarcela a gente que protesta por esta situación y los  causantes de esta catástrofe, se ríen del pueblo pavoneandose de dar donativos a la virgen cuando les absuelven y llevan sus millones a paraísos fiscales.
Este país esta podrido, en todos sus estamentos, menos en el de abajo, el de la gente que estoicamente soporta sus burlas y abusos. Este pueblo español, callado y austero que no conoce mas que dos posiciones y siempre extremas, pasa del barro del invierno al polvo del verano.
Recemos para que no tenga el pueblo que explotar, que como lo haga ya no se podrá retorna y alguna risa se convertirá en mueca de dolor.


19/5/12

Las traseras de Burgos

Burgos es una ciudad conocida fundamentalmente por su catedral, maravilla gótica que alumbra como faro de arte la meseta castellana; miles de personas la visitan y recorren las recoletas calles plagadas de historia y pasado.

Pero al margen de esto, existe, como en todas las ciudades una vida paralela, menos conocida pero no por ello menos bella. Son las traseras de las ciudades, los margenes de trigo y maleza, de descampados y arboledas.


Un domingo es un buen día para descubrirlo, la temperatura es buena para caminar. Si bien el cielo amenaza lluvia, es el momento ideal para nuestro paseo.

La antigua vía del ferrocarril, ahora convertida en pretencioso bulevar, nos sirve de ruta  de salida, camino de Lilaila, y Cortes.

La tormenta de la noche, nos hace llegar un embriagador olor a tierra húmeda y los árboles huelen mas intensamente. El verde monótono de los trigos, contrasta con la algarabía de colores de los barbechos que lucen vistosos amarillos de las jebenas, intensos rojos de las amapolas y toques de añil  de la flor del azulejo.

 Los renuevos de los árboles, castaños de indias, chopos, acacias, arces y pinos, pugnan por abrirse paso a la vida de la primavera.

Aquí no existe prima de riesgo, ni Esperanzas mandonas y el gobierno mentiroso se diluye entre los trinos de los carboneros y algún vacilón petirrojo que va cortando nuestro paso saltando de mata en mata. 

Los mirlos con su canto metálico y estridente reclaman a la pareja. Todo se envuelve en una sencilla magia, no por simple carente de espectacularidad.

Aromas de mostajo y retama, flores de escaramujo que embriagas con su empalagoso aroma. 

 Caracoles que se salvan de la cazuela.
         " Caracoles traigo, caracoles     
            vendo
            para mi la carne ,para
            ti los cuernos"
 
Paz en el corazón y disfrute de los sentidos, camino de la paz a Santa María de Miraflores.

          " Campana y oración son 
            armonía
            que un pájaro acompaña con 
            sus trinos"
 
Al sucumbir la mañana, cuando el camino deja de ser solitario y el murmullo de las cuadrillas de paseante, me distraen de mis meditaciones. Retorno por los caminos, quebrados y embarrados como el Cid en su destierro.
Mañana animicamente perfecta, físicamente agradable y economicamente barata.
¿Quien da mas?

8/5/12

No me gustan los políticos

Lamento decirlo pero no me gustan los políticos. No saben transmitir, no 
saben hablar.

No es que me gusten los políticos charlatanes que sueltan sus discursos como vendedores ambulantes de feria, como si su mensaje fuese mercancía para ser vendida. No es eso, a mi me gustan los políticos que hablan el lenguaje de mi tribu, que saben expresarlo convencidos y claramente, con la libertad y la osadía que da la verdad y la ironía.

Me gustan los políticos que saben que los sentimientos no se prestan, que se transmiten a través de la epidermis. Me gustan los políticos que saben introducir su verdad por los poros de la piel.

Yo he decidido declarar la guerra a los mediocres, a los del discurso prestado y lleno de metáforas y retorica con sabor a viejas estampas en blanco y negro. Frente a ellos me siento mas real, mas transeúnte, mas del pueblo.

En los tiempos que vivimos, los políticos se han apoderado de la palabra, de la mentira de la pifia y la engañifa. Su solemnidad para inventar retoricas que encubran sus engaños, bordea el ridículo mas espantoso. Son bellacos hasta para hablar, carecen de consistencia y de fuerza.


Me gustan los políticos que transmiten frescura, capacidad de motivar, habilidad para manejar el lenguaje sin retorcerlo, de hablar de manera domestica pero no vulgar, que mantienen la intensidad de su discurso sin agobiar, que saben crear atmósferas, situaciones y ensueños prodigiosos.

No quedan, ya no quedan y sabéis ¿ por que ?, porque los políticos no creen en la verdad, no saben que es la verdad.

Nicanor Parra, poeta o antipoeta segun se mire, describe a ese hombre imaginario, invisible para los politicos, ciudano de la verdad y el convencimiento.Hombres imaginarios que viven y disfrutan, baratas e imaginarias cosas.

                                  El hombre imaginario
                                  vive en una mansión imaginaria
                                  rodeada de árboles imaginarios
                                  a la orilla de un río imaginario

                                  De los muros que son imaginarios
                                  penden antiguos cuadros imaginarios
                                  irreparables grietas imaginarias
                                  que representan hechos imaginarios
                                  ocurridos en mundos imaginarios
                                  en lugares y tiempos imaginarios

                                  Todas las tardes imaginarias
                                  sube las escaleras imaginarias
                                  y se asoma al balcón imaginario
                                  a mirar el paisaje imaginario
                                  que consiste en un valle imaginario
                                  circundado de cerros imaginarios.

                                  Sombras imaginarias
                                  vienen por el camino imaginario
                                  entonando canciones imaginarias
                                  a la muerte del sol imaginario.

                                  Y en las noches de luna imaginaria
                                  sueña con la mujer imaginaria
                                  que le brindó su amor imaginario
                                  vuelve a sentir ese mismo dolor
                                  ese mismo placer imaginario
                                  y vuelve a palpitar
                                  el corazón del hombre imaginario

Buscaremos la verdad imaginaria, de politicos imaginarios, mientras el pueblo real recupera la politica real.